Martínez se va dejando la economía del gobierno en paz, incluso con un poco de dinero extra para finalizar este año, después de pagar todas las cuentas pendientes, eso es en cuanto a la economía del gobierno ¿pero cómo queda la economía de los ecuatorianos?
Según el informe de Unicef 1’800.000 personas en Ecuador pasarán a la pobreza sólo en el año 2020, el 10.3% de su población total lo cual demuestra la ausencia de medidas contracíclicas para reactivar la economía.
Sin embargo el cliché que ha quedado impreso en los medios de comunicación y en la retina Ciudadana sobre la labor de Martínez, es la misma que consta en su renuncia, en donde él mismo dice que fue el héroe que “salvó a la economía (del gobierno) del colapso” para dejarla ordenada.
Para Martínez y su grupo de apoyo mediático, este orden económico significa cubrir los gastos del gobierno de Moreno y comprometer a los ecuatorianos a pagar los platos rotos, subiendo el IVA al 15%, subiendo el impuesto la renta, cobrando IVA a Los estudiantes universitarios y eliminando algunos beneficios, entre ellos la la devolución del IVA para los adultos mayores.
Pero Mauricio Pozo no tendrá que hacer nada de eso, de eso se encargará el siguiente gobierno, su trabajo consistirá en distribuir aproximadamente 300 millones de dólares del FMI que sobrarán en este año y firmar el presupuesto para el siguiente año. Es justamente ahí donde podrá demostrar su habilidad como economista, porque Martínez en vez de lograr bajar el presupuesto logró subirlo en muchos rubros.
La euforia del acuerdo con el FMI no nos permite ver el contexto actual, en que la fiscalía se encuentra investigando la entrega de entidades del Estado por parte del gobierno a cambio de votos en la Asamblea, resulta imposible planificar un presupuesto si el mismo gobierno vende corrupción a cambio de votos y es indignante tener que pagar más impuestos para financiar los vicios de un gobierno, al que le hemos perdonado sus pecados con tal que se destruya a Correa, pero sin detenernos a observar que son las mismas mañas correístas las que irrigan al interior del morenismo.
Ojalá Pozo en vez de aplaudir esa conducta correista, se dedique a desmantelarla, denunciando y reduciendo piponazgos y amarres, para reducir los gastos, evitar la subida de impuestos y que el Estado cumpla con servir a sus ciudadanos. En sus manos está la única posibilidad que nos queda para evitar que nos sigan subiendo impuestos y encontrar una fórmula para poder cumplir el compromiso con el FMI de reducir el déficit estatal. Ahí se pondrá a prueba la verdadera capacidad profesional y técnica de Mauricio Pozo.
Pese a las felicitaciones con las que Martínez sale de Finanzas, entre sus logros hay una ausencia absoluta de inversión pública, ninguna de sus medidas estimuló la creación de empleo o el crecimiento económico, claramente nunca hubo una política de reactivación económica, al contrario hoy contamos con más impuestos, sus políticas se concentraron en buscar fondos para pagar la deuda del Correísmo de $75.000 millones (dicho por Moreno) y dejarla en $74.000 millones actualmente, es decir $67000 millones de deuda externa incluyendo los $7000 millones de obligaciones acumuladas con el IESS. Para muchos un gran logro.
Pozo tiene cinco meses y medio para cumplir su trabajo, las cámaras de producción ya no tienen mayores esperanzas, aunque el nombre de Pozo trae las mejores recomendaciones. Dependemos en un 90% del sector productivo, puesto que el petróleo ya no genera crecimiento, la única posibilidad que nos queda es el sector privado, en una época contraria para el mismo, puesto que ha sido golpeado por maltratos desde el gobierno anterior, el levantamiento indígena, la pandemia, las nuevas cargas impositivas, además cuenta con el rechazo de una mayoría Ciudadana por la crítica que recibe desde las izquierdas que la tildan de “oligarquía”, y en su propaganda electoral ofrecen destruirla, en vez de fortalecerla, además ofrecen distribuir su riqueza con los pobres, pero se toparán con una iliquidez y sobreendeudamiento en niveles récord.
Como vemos, el Ecuador tiene puesto el chip al revés, otro ejemplo de esto es el hecho de que un ex ministro de finanzas tiene prohibición constitucional de trabajar en entidades financieras como el BID, pero ya que estamos en el plan de permitir que se inscriban candidaturas con cédulas robadas o perdonarle la vida al Morenismo, a Martínez se lo permitimos en agradecimiento por sus labores.
Por Boris Mantilla.