Ayer, 5 de Junio, se conmemoró en Ecuador el Día del Liberalismo.
Para coincidencias de la vida, hoy me encuentro con todo el revuelo por el twit de la Lolo Miño y el «tonito patriarcal» que ella acusa. Twits a favor, twits en contra, y la consabida frase «gracias al feminismo es que puedes votar, estudiar y opinar».
No, querida feminista de moda, ¡no! Es gracias a la Revolución Liberal que puedes hacerlo. Recuerda que aquí no hubo ningún movimiento sufragista quemando iglesias ni vandalizando edificios, aquí hubo toda una revolución para conseguir que cada ser humano sea dueño del barco de su vida, y por la cual muchos fallecieron, hombres en su gran mayoría.
Matilde Hidalgo no puso bombas en casas de políticos, ella tuvo un padre y un hermano liberales que lucharon por que se respetara el derecho de ella a estudiar. Ella tuvo el amparo de un cuerpo legal que le permitió empadronarse como cualquier ciudadano y ejercer su derecho al voto en 1924 bajo la presidencia de Luis Tamayo (Partido Liberal Radical).
En 1929 Ecuador garantiza constitucionalmente el derecho femenino al voto, Isidro Ayora era el presidente en ese año, ¿adivinan a qué partido pertenecía? Sí, al Partido Liberal Radical.
Por eso no entiendo cómo es que las mujeres siguen saliendo el 8 de marzo a conmemorar una fecha con nacimiento comunista en lugar de salir el 5 de junio a honrar la memoria de todos esos hombres que dieron la vida por los derechos que hoy nosotras gozamos. No entiendo por qué cada 8 de marzo salen en manada a vandalizar edificios en lugar de ir los 5 de Junio a honrar la memoria del hombre a quien incluso le costó la vida implementar el liberalismo en Ecuador.
Querida feminista, no existe un «tonito patriarcal» en cada opinión masculina, pero sí existe un dejo misándrico cada que desechas la opinión de un hombre solo por ser hombre.
Para finalizar, te dejo las palabras del hombre al que toda ecuatoriana le debe el derecho a la educación, al voto, a la libertad de expresión, a la libertad de culto, e incluso al que se le debe la posibilidad de divorciarse y terminar con un matrimonio abusivo: "No hay nada más doloroso como la condición de la mujer en nuestra Patria, donde relegada a los oficios domésticos, es limitadísima la esfera de su actitud intelectual, y más estrecho aún el círculo donde pueda ganarse el sustento independiente y honradamente. Abrir sus horizontes, hacerla partícipe en las manifestaciones de trabajo compatible con su sexo, llamarlas a colaborar en los concursos de las ciencias y de las artes: ampliarle, en una palabra su acción, mejorando su porvenir, es asunto que no debemos olvidar." Eloy Alfaro, Mensaje del Presidente de la República a la Asamblea Constituyente, 2 de junio de 1897.
Por Miriam Zurita
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