Hola Anne:
No se si me recuerdes; nos conocimos hace diez años cuando por casualidades de la vida mi padre fue nombrado Ministro y tu esposo Presidente. Ni tu ni yo habiamos elegido esto para nuestras familias, pero ahí estabamos apoyandolos, yo a mi papá y tu a tu esposo.
Yo era una niña entonces y tu una señora muy dulce y tranquila. Tus hijos, que entonces eran chiquitos, ahora deben ser mayores a mí en esa época. Los años han pasado y ahora yo no soy una niña, me convertí en mujer y en mamá, tengo una hermosa hija de 4 años, Luciana, por quien daría mi vida y mucho más. Ahora recuerdo que justamente Miguelito tenía esa edad cuando nos conocimos.
4 años, justo un año menos que “Lucas”, el niño que a sus 5 años fue victima de violencia sexual de parte de su profesor de natación, a quien seguramente conoces, ya que posiblemente fue tu colega de trabajo en el Liceo La Condamine. Es en ese preciso lugar donde aparentemente aquel individuo realizó sus horribles actos en contra del pequeño Lucas.
Pese a que el hombre fue hallado culpable y sentenciado a 22 años de cárcel en noviembre pasado, ahora se realizará una audiencia de apelación donde sorprendentemente en su defensa actuará Caupolicán Ochoa, abogado personal de tu esposo, Rafael Correa.
Cuando supe todo esto vinieron varias preguntas a mi mente. ¿Por qué? ¿Por qué Lucas tuvo que vivir eso? ¿Por qué un niño, pequeño, sano, puro, inocente, tiene que ser abusado de esta manera? De ESTA manera. A más de haber sido agredido sexual y sicológicamente, por qué además de eso lo agredimos así: ¿indiferentes, impábidos, dudosos, neutrales, cómplices? ¿Acaso Lucas no tuvo suficiente? ¿Por qué el Liceo La Condamine, sus autoridades y todos sus profesores no están defendiendo a Lucas, creyendo en Lucas, protegiendo a Lucas? ¿Por qué se permitió que suceda algo así? ¿Por qué ante la mínima sospecha no retiraron a este hombre del plantel? ¿No tuvieron miedo de que esto pase con otros niños? ¿Por qué nos es tan fácil aceptar algo así y no está toda la sociedad exigiendo justicia? ¿Por qué no está TODO el aparataje estatal apoyando a Lucas y su familia? ¿Por qué decidieron apoyarlo a “él”, al sospechoso? ¿Qué tenía “él” para merecer más credibilidad que Lucas? ¿Más protección que Lucas? Más apoyo que Lucas? ¿Por qué un hombre poderoso, como el abogado de tu esposo, no defiende a un niño violado y violentado, y defiende en cambio al acusado y sentenciado por violación? ¿Por qué pasó esto?
Quiero creer que sigues siendo la misma mujer dulce y tranquila que conocí hace diez años. Espero de corazón que todo el veneno que lleva adentro tu esposo, del que yo misma he sido víctima, no te haya dañado a tí y sigas siendo la mujer buena que aún creo que eres. No quiero pensar que tienes algo que ver en esta extraña defensa a un profesor de natación de parte del abogado del Presidente de la República. Espero que tu relación como colega no te haya hecho tomar parte por él, ni te haya obligado a mantener neutralidad y espero que defiendas y creas en este niño. Él, “Lucas”, es quien necesita tu apoyo, tu credibilidad y tu compromiso de exigir justicia.
Anne, tu eres profesora de La Condamine, eres mujer y eres madre y también eres la esposa del Presidente de la Respública del Ecuador. Te pido que por favor te comprometas a que la voz de Lucas sea escuchada, sea creida, sea validada, sea protegida. Te pido que nos garantices a todos que se va a obrar con justicia, que no van a haber ni palancas, ni intermediarios, ni abogados poderosos, que impidan que este hombre pague minimante por la atrocidad que cometió, con una sentencia que al menos nos permita saber que ese hombre no está suelto, haciendo de las suyas por ahí, sumando más victimas, dañando a más gente. Que al menos Lucas, su madre y su hermana puedan sentir un poquito de paz.
Lucas tenía y tiene todo que perder, pero no lo vamos a dejar, no lo vamos a desamparar ni a él ni a su familia, porque no nos vamos a callar, porque no vamos a mirar a otro lado, porque no vamos a dudar de él, porque no lo vamos a juzgar, porque no lo vamos a abandonar. Porque Lucas, es también Luciana. Porque Lucas es tambien Sofía, Dominique y Miguelito. Porque Lucas son todos los niños de este país y de este mundo. Por la niña que fui yo y la que fuiste tu también. Por la madre de Lucas, por la madre que soy ahora yo y por la madre que eres tú. Porque todas las madres tenemos un Lucas a quien amamos y a quien queremos proteger siempre. Lo que nos hace ser iguales a tí y a mí, es que nunca, nunca, nunca, nunca quisieramos esto para nuestros hijos. Y se que así como yo, así como “Paulina”, así como miles de mujeres que han mostrado su indignación y apoyo, tú irias hasta las últimas consecuencias para defender y proteger a tus hijos. Imagínate que esto te hubiera pasado a ti, y vas a saber y sentir que esto no lo puedes permitir. No puedes quedarte callada, no puedes ser neutral, no puedes ser indiferente. Anne Malherbe no puede ser indiferente. El Estado ecuatoriano no puede ser indiferente y debe garantizar un proceso transparente y justo, que vele por los derechos de Lucas y de todos los niñxs en este país.
Por nuestros niños. ¡Justicia para Lucas!
Camila Larrea Endara
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