El 29 de junio una ola de calor en Canadá provocó que las temperaturas llegasen a 49,6 grados centígrados. Como consecuencia -entre muchas otras- las aguas marinas del sur occidente de ese país literalmente “hirvieron” a mil millones de animales marinos, según un científico. En Estados Unidos estos meses hay 30 millones de personas en riesgo por las altas temperaturas. En España está previsto que este verano los termómetros lleguen a 47 grados celsius. Este 3 de agosto ha nevado en La Paz y Potosí.
El discurso ambiental es parte de la agenda política desde la derecha hasta la izquierda. Algunos niegan el origen antropogénico del fenómeno y otros dicen que asociado al problema está la existencia de la especie humana sobre la tierra.
El cuidado del medioambiente es un tema sensible, las Naciones Unidas son partidarias del reemplazo de los combustibles fósiles por energías limpias. Para reforzar lo dicho transcribo las palabras de Nick Nuttall, portavoz del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) que dice lo siguiente: “Existe el mito de que los subsidios benefician a los pobres. Estamos en medio de una crisis alimentaria y de combustibles. Y esto empeorará en los próximos años si seguimos dependiendo tanto de los combustibles fósiles. Los precios seguirán subiendo. Necesitamos cambiar el modelo económico y los subsidios tienden a perpetuar el viejo modelo económico. No benefician a nadie y mucho menos a los pobres”.
De lo expresado por Nuttall es claro que el modelo de desarrollo a favor de los pobres requiere de la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles. Lo dicho es algo evidente, sin embargo llama la atención que en Ecuador la organización CONAIE centra su política en mantener subsidios que son negativos para los pobres.
Más aún, el señor Leonidas Iza amenaza con paros y movilizaciones si no se cumplen sus exigencias. La política de la CONAIE es ECOCIDA. Lo lamentable es que no hay quién enfrente el discurso anti naturaleza de esas personas.
El cuidado del medio ambiente es responsabilidad de todos los seres humanos y debemos denunciar el discurso y práctica de la CONAIE, pues atenta contra el derecho constitucional de vivir en un ambiente sano. Con un elemento adicional, hay corrientes de pensamiento que consideran al ECOCIDIO cómo un crimen de lesa humanidad.
Pasando al elemento técnico del alza de combustibles, el año pasado la inflación en Ecuador fue negativa, -1,50% lo que desmiente la tesis simplista de que “sube la gasolina y sube todo” ya que la eliminación gradual del subsidio está vigente desde julio del 2020. Así mismo, se debe decir que los máximos beneficiarios del subsidio son los transportistas privados, que administran su negocio de manera arcaica, negando derechos laborales a los conductores, entre otros la afiliación al IESS.
MAURICIO VELASCO